Cómo comer una fresa
Una fresa es delicada,
dulce, pero agria,
es jugosa y blanda,
y si la tocas fuerte
se amarga.
Lleva tu boca hacia ella,
suavemente,
con calma,
sientes que su aroma
se realza.
Muérdela como si la besaras,
de un lado a otro,
mueve tus labios
y tu lengua,
respírala,
contemplala,
verás como se revela
ante tus ojos
su interior.
Y entonces,
cuando hayas alcanzado
su corazón,
devórala
apasionadamente,
escucha su estruendo
en tu boca
y deleitate
con el ácido jugo
del placer.